top of page
Los secretos de las brujas de salem.jpg

Los secretos de las brujas de Salem

Salem fue el epicentro de la horca; un lugar que atestiguó la extinción de mujeres y hombres que fueron sentenciados por el odio y humillados hasta la última gota de sangre en su condición humana.

Este libro nos traslada a ese capítulo oscuro de la historia, cuando personas inocentes murieron a manos de la insensatez y el fanatismo, acusadas injustamente de practicar actos de brujería.

Salem libro abierto111.png

Precio al público: 229  pesos

Conoce Más
Boton Salem conoce mas.png

Salem es un lugar que evoca brujería, capas negras y llamados de voces femeninas que, se dice, demandaban a un grupo de "niñas afligidas" a firmar el libro del "Señor oscuro", para que éste lograra fundirse con ellas y poseyera sus almas, entre la oscuridad nocturna y bailes de luna de sangre. Es el lugar de la horca que alguna vez vio los cuerpos de los sentenciados colgados, hasta humillar la última sangre seca de su condición humana.
Este pequeño poblado de Massachusetts, muy cerca de Boston, ha dejado una marca inamovible en el tiempo, entretejiendo historias que merecen ser contadas para que no se pierdan las enseñanzas de aquellos que vendrían y, ¿por qué no?, para las futuras brujas que quisieran escaparse de un molde establecido.
Al parecer, el mayor peligro del hombre es ser diferente y más, si esos ánimos de romper con la cotidianidad vienen en cuerpos femeninos.
Gracias a este capítulo oscuro en la historia, evidenciamos que también la maldad se acompaña de envases pequeños y que, detrás de una acusación, siempre encontraremos una historia oculta de ambición y de envidia que querrá ser borrada a toda costa, para no desprestigiar a las familias y su "buen nombre".
Salem ha trascendido en el tiempo: hoy sabemos que un grupo de adolescentes y niñas clamaron justicia a un mal no visible para todos, quizás ni para ellas mismas, porque creyeron que con inculpar a algunas mujeres de brujería, lograrían acabar con el esparcimiento del mal en su tierra.
Entre estas letras, querido lector, encontraremos a mujeres y acusados entrelazados en una telaraña tejida por manos pequeñas y mentes ambiciosas. ¿Qué fue lo que causó las alucinaciones e histeria colectiva en Salem? ¿Acaso fue la ingesta de un hongo, el miedo colectivo o, realmente a Betty Parris -de nueve años-, la sometió un poder sobrenatural y oscuro que la obligó a contorsionarse al sentir que ardía por dentro, temiendo todos que una posesión diabólica física se esparciera al poblado?
En ese tiempo, 1692, no podía permitirse que la brujería se hiciera un arma aliada de los indios, quienes constantemente atacaban los poblados puritanos de Massachusetts. La lectura de libros no autorizados por la Iglesia estaba prohibida, así como efectuar prácticas no permitidas por ella, como el conocimiento curativo de ciertas hierbas o algún ritual considerado herejía.
El final de los juicios dejó como resultado cuerpos putrefactos colgados frente a un pueblo ávido de muerte y, a los bienes de esos muertos, enajenados para sí; miles de evidencias sobre la tragedia desaparecieron, lo que permitió a las familias poderosas continuar sin más con su vida, en un intento por borrar ese perverso capítulo de la historia local.
Aun así, el Estado obligó, en su momento, a los responsables a resarcir los daños causados a las familias de los enjuiciados y brindarles una cantidad significativa de dinero; además, se logró rescatar información importante que ha quedado como testigo imperecedero de los crímenes de Salem. En la actualidad, el poblado mismo reconoce ese capítulo oscuro de la historia, deseando que no vuelva a repetirse el señalamiento de rechazo a lo diferente.
La mayoría de las mujeres acusadas fueron aquellas que habían decidido no encajar en un molde establecido; algunas cultas y otras más, despojadas de los bienes familiares, eran obligadas a vagar por la calle. Todas ellas, mujeres que no querían creer en la amenaza de la Iglesia, ni llevar una vida puritana o bien, que se negaban a aceptar la versión de las "niñas afligidas".
A través de la historia, ser una mujer diferente nos ha demostrado que no es fácil salir de los lineamientos establecidos; de ahí el deseo de estas escritoras de dejar plasmada su versión, después de una investigación ardua de esas memorias y biografías que por mucho tiempo se trataron de ocultar y desmentir.
La realización de este trabajo nos ha permitido profundizar en los pozos de nuestros pensamientos: cuestionarnos qué pasaría si todas las mujeres nos aceptáramos hechiceras, diferentes, sexualmente libres y omitiéramos los señalamientos o "etiquetas". Quizás en ese momento, aceptaríamos la concesión de la libertad que tantas mujeres claman por elegir la diferencia y, seguramente, sería más sutil la aceptación de la inequidad de género.
En este libro hemos decidido contar las confesiones ocultas de Salem, un poblado de Massachusetts que es reconocido por los juicios de brujería en contra de diecinueve sentenciados a la horca y un hombre lapidado. Es cierto que en los relatos encontraremos narraciones que mezclan lo sobrenatural con la crueldad infalible que acompaña siempre al ser humano, pero descubriremos que nos ocasionará más miedo atestiguar el estado de indefensión al que las "mujeres diferentes" han sido sometidas en el transcurso de la historia. Hoy, los ventanales de esas confesiones nos invitan a observar a Salem y a una sociedad puritana que, sorpresivamente, todavía puede ser visible en nuestros días en muchos aspectos de las sociedades con religión extremista.
No podríamos entonces dejar de concluir que la libertad de las mujeres ha sido un mito mutilado, clausurado, cegado y oculto. Es más, pareciese que recae en ella, la mujer, o en nosotras, el peso completo de la liberación ideológica, sobre todo cuando, aun siendo niña, te percatas de que al querer ser desigual en un comportamiento trazado por hombres, ese deseo debe pasar primero por la aceptación masculina, para después intentar el consentimiento completo, y más difícil: el de tu mismo género. Definitivamente, querido lector, no hay peor enjuiciamiento que aquel que señala la diferencia, la rechaza y expone, para que los demás también enjuicien un comportamiento no aceptado por la sociedad y las buenas costumbres.
Queridos lectores, confiamos en que estas confesiones los lleven a una época donde las mujeres protagonistas de este libro, las acusadas -y algunos acusados- logren transportarlos a un mundo de misticismo, magia y secretos.
Pierdan cuidado. Es muy probable que ustedes se descubran también como hechiceros o brujas. Sin embargo, es un alivio saber que, en la actualidad,  la horca y la hoguera ya no son bien vistas.
Vayamos pues a conocer este capítulo de la historia en las voces de sus víctimas. Este homenaje es para ellas y, para el lector, la revelación de sus secretos. ¡Sea usted bienvenido!

Autoras

Guadalupe Vera

Maru Diéguez

Gaby Trejo Rodea

Sara Jiménez

bottom of page